Las agujetas se producen cuando realizamos un deporte al que no estamos acostumbrados, o al comenzar el entrenamiento tras un período de descanso o inactividad y realizar un gran esfuerzo.
Es decir, les pasa tanto a las personas que no practican deporte alguno, como a las deportistas, aunque son más dolorosas para el primer grupo.
Las agujetas producen dolor en aquellos músculos que hemos ejercitado, y aunque no son peligrosas sí son muy incómodas.
Es un dolor parecido a unas agujas pinchándonos en las zonas que hemos forzado: piernas, brazos...de ahí viene su nombre.
¿Y a qué son debidas?
Anteriormente se pensaba que eran debidas al ácido láctico, producido por nuestras células musculares con el ejercicio y que al parar de ejercitarnos, se cristalizaba en el músculo y producía esas agujetas.
En realidad, recientes investigaciones han probado que las agujetas se producen porque al esforzar mucho nuestro cuerpo en el ejercicio, se producen unas microroturas o microdesgarros en las células de las fibra de los músculos usados, que son los pinchazos de las agujetas.
Son las células más débiles las que están afectadas por el esfuerzo.
Las agujetas desaparecen a partir de las 48 horas de la realización del ejercicio, pero lo mejor es evitar estos dolores; aquí van algunos consejos:
- Realizar deporte de manera progresiva, sobre todo al comenzar. Ejercicios suaves y cortos, evitando sesiones extenuantes.
- Calentar antes del ejercicio y estirar al finalizar, para no comenzar a un ritmo fuerte y dejar tiempo a los músculos para que se relajen.
- Aplicarse frío (por ejemplo hielo) baja la inflamación si notamos muy cargados los músculos, esto los relaja.
- El tomar bebidas azucaradas o glucosa no sirve para evitarlas, esto era una creencia derivada del ácido láctico. Es más recomendable un masaje suave al finalizar el ejercicio.
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1 comentario:
Gracia ma alludso muncho
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